Hay
muchas diferencias entre el agua potable de consumo público (agua del grifo) el agua embotellada en Sa Pobla. Tantas
diferencias que, realmente podríamos llegar a pensar que, en realidad, estamos
hablando de dos productos completamente diferentes. Para empezar, la propia
legislación las trata como productos diferentes. Mientras que el agua
embotellada es tratada como un producto alimentario y obligatoriamente debe
llevar una etiqueta en la que se refleje su origen y composición, el agua
del grifo está regulada por la administración sanitaria autonómica correspondiente
y ni posee etiquetado ni sabes su origen.
El agua de grifo debe someterse forzosamente a tratamientos de
desinfección, única manera de garantizar su seguridad alimentaria. Por su
parte, el agua embotellada de Sa Pobla es sana desde su origen, no necesita, ni recibe, ningún tipo de tratamiento
químico o microbiológico para su consumo, es apta para consumo humano en su
estado original. Al provenir directamente de una fuente natural, su contenido
mineral es importante y según la legislación, en el etiquetado debe constar la composición analítica en la que se enumeren sus componentes.
El agua mineral se envasa a pie de manantial, siguiendo unas estrictas normas
de envasado que consiguen mantener inalterables sus propiedades y que el
producto llegue al consumidor tal y como se encuentra en la naturaleza. El
agua de grifo, por su parte, tiene un mayor contenido en cloro que el agua
mineral. Su composición es variable, pues depende de multitud de factores, no
siempre controlables: por ejemplo, las tuberías por donde pasa, pudiendo
alterar la composición y el sabor inicial del agua.
Desde Cafès i Begudes
nos
preocupamos por servir a nuestros clientes agua de los más selectos manantiales
para que puedan estar hidratados en cualquier lugar y a cualquier hora.
